El Arte Levantino, declarado Patrimonio de la
Humanidad por la UNESCO en 1998 con el nombre de “Arte Rupestre del Arco
Mediterráneo” es aquel que se desarrolla entre el Epipaleolítico (8.000-7.500
años a.p.) y el Calcolítico (4.000-3.000 años a.p.) en toda la zona del Levante
español: desde Huesca, Lérida y Barcelona hasta Jaén, Murcia y Almería,
pasando, entonces, por Zaragoza (zona oriental), Tarragona, Guadalajara (zona
oriental), Teruel, Castellón, Cuenca (zona oriental), Valencia, Albacete (zona sureste)
y Alicante.
DISTRIBUCIÓN DEL ARTE LEVANTINO
Es el arte realizado, en un principio, por una
sociedad depredadora en proceso de Neolitización; y una sociedad productora
durante la mayor parte de su tiempo (Neolítico y Calcolítico). Debemos de
contextualizar por tanto este momento. El Epipaleolítico discurre a la vez que
el Mesolítico, donde unas sociedades evolucionan a una economía productora
(mesolíticas) y otras las copian o se contagian (epipaleolíticas) hasta
alcanzar la plena Revolución Neolítica: una revolución técnica donde surge la
piedra pulimentada a través de la abrasión de ella, una revolución social donde
se origina el grupo extenso que se organiza, y se asienta (sedentarización), en
torno a un poblado donde cada cual tiene su oficio a causa de una revolución
económica con la aparición de la agricultura y la ganadería, que dan paso a la
cerámica (debido a la necesidad de almacenaje), la contabilidad (y con ello los
primeros caracteres escritos), y el comercio en modo de trueque; una revolución
espacial, el sentimiento de pertenencia a una zona y el rechazo a su invasión
con la delimitación mediante menhires y campos cerrados; y una revolución
cultural con la aparición de una figura religiosa, la Diosa Madre (considerada
como la causa y el origen de todos los fenómenos naturales, incluida la vida),
así como un nuevo estilo de arte (Esquemático, Macroesquemático y Levantino) y
la decoración de cerámicas.
Pasando a la parte teórica del Arte Levantino, una
vez explicado su contexto histórico, hemos de decir que se realiza sobre
abrigos rocosos (areniscas o rocas carbonatadas) sin profundidad donde la
iluminación solar es constante (luz diurna) localizados en el interior,
relativamente alejados de la línea de costa.
Con respecto a las características técnicas,
mostramos la principal cualidad del Arte Levantino, que es el dibujo mediante
el trazado con pluma de ave que otorga contornos finos a la figura, que se
suele rellenar con tina plana de manera homogénea o listada. Los colorantes
siguen siendo los mismos que los empleados en época paleolítica: rojo de
hematites y óxidos de hierro extraídos de la tierra de forma natural, negro del
manganeso y blanco del caolín, disueltos en agua y aplicados en forma líquida.
Las figuras pintadas carecen de volúmenes y de detalles internos pues, en su
mayor parte, su relleno es homogéneo; no obstante, están dotadas de un gran
naturalismo debido a la simplicidad, detallismo externo que le permite realizar
la pluma (muestras anatómicas como cuernos, gemelos, flechas, orejas de
animales…) y dinamismo obtenido a través de su posición oblicua con respecto al
suelo del abrigo y al aprovechamiento del relieve de la roca para simular
hechos geográficos (barrancos, cauces, escorrentías…).
Pasamos ahora a la temática representada. En primer
lugar destacan los zoomorfos, representados por la fauna del Holoceno, que en
orden de mayor cantidad de figuras a menor son: cabras, ciervos (machos y
hembras muy detallados), bóvidos, jabalíes y caballos; y cánidos, aves, conejos
e insectos (como abejas) en menor proporción. En segundo lugar los
antropomorfos, que se pueden dividir en arqueros y figuras femeninas. Los
arqueros son sólo hombres, no existe, hasta ahora, ninguna representación de
arquero con atributos sexuales femeninos; dichas figuras aparecen en multitud de
posturas y composiciones relacionadas siempre con la posición del arco y su
actitud con respecto a la actividad que van a realizar (rituales, tensar el
arco, disparar, cargar…) y suelen ir, en la mayoría de las ocasiones, desnudos
y con cascos, portando el arco con su haz de flechas, siempre de con una
postura dinámica. Las figuras femeninas, por su parte, son mucho más estáticas
y menos expresivas; suelen portar una falda que cubre sus piernas, mientras que
el torso (que comienza a través de una cintura extremadamente delgada) lo
muestran desnudo, lo que nos permite deducir que son de sexo femenino (al
mostrar, en la mayor parte de las veces, los senos). Los antropomorfos,
generalmente, suelen mostrar detalles en la anatomía: gemelos de los arqueros,
pecho, forma del pelo, cascos y vestimentas; aunque con el paso del tiempo,
sobre todo los arqueros, pasan a ser más esquemáticos llegando a realizarse tal
y como pintamos todos a una persona, de la manera más simple posible: círculo
para la cabeza, “palito” vertical para el tronco, dos “palitos” horizontales
para los brazos, y dos diagonales para las piernas; ahora bien, como se ha
dicho antes, dotados de un gran dinamismo.
ROCA DELS MOROS (COGULL-LÉRIDA)
ROCA DELS MOROS (COGULL-LÉRIDA)
Otra característica del Arte Levantino, y novedad
con respecto al Arte Paleolítico, es el componente escénico y la capacidad para
dotar de “unidad única” como diría Wölfflin e integrar en una mismo momento a
un conjunto de figuras independientes (esto hace que el Arte Levantino sea un
arte narrativo). La mayoría de estas escenas son siempre cinegéticas: arqueros
acechando, espantando, y dando caza a sus presas, representadas por los
zoomorfos anteriormente nombrados (muchas veces aparecen con flechas clavadas,
en posiciones muy forzadas, muertos, huyendo…) cuyo máximo ejemplo es la Cova
dels Cavalls en Castellón (que posee una entrada en Comentarios de Obras de Arte); otras escenas son los
enfrentamientos humanos, donde arqueros de diferentes grupos se atacan los unos
a los otros y, en estos casos, portan abalorios jerárquicos (típico de la indumentaria
militar) como son plumas, uno de los mejores ejemplos es el Barranc de les
Dogues, también en Castellón. Otro tipo de escenas son las lúdico-religiosas monopolizadas,
básicamente, por rituales dedicados a la Diosa Madre, siendo el más representativo
el de la Roca dels Moros en Cogull (Lérida). Para finalizar hemos de mencionar
otras variedades escénicas como son las tareas cotidianas, destacando la de la
Cueva de la Araña en Valencia donde podemos contemplar a una figura humana
recolectando miel con una bolsa en la mano.
CUEVA DE LA ARAÑA (BICORP-VALENCIA)
Para finalizar hemos de explicar el porqué de dichas
representaciones artísticas. ¿Para qué pintaban estas gentes del Epipaleolítico
y del Neolítico? ¿Qué querían conseguir con ellas? Sabemos que su intención no
es la de mostrar las actividades que comúnmente realizaban, sino que la función
que tenía era únicamente religiosa. Mediante la etnoarqueología hemos
descubierto que algunas tribus indias pedían fenómenos naturales a su Diosa
Madre a través de pinturas no relacionadas con ellos; por ejemplo, un jabalí
asaeteado lo que exigía era lluvias para las cosechas. Por tanto, el chamán que
pintaba en los abrigos rocosos del Levante español, se intuye, realizaba algo
similar; le pedía a la Diosa Madre que produjese fenómenos beneficiosos para el
grupo a través de sus pinturas a modo de símbolos: lluvias, calor, frío, buenas
cosechas, victoria en las guerras, reproducción de sus presas… Nunca se va a
llegar a descubrir con exactitud lo que realmente simbolizan las pinturas, pero
debemos tener en cuenta que son, en cierto modo, invocaciones a la Diosa Madre,
a la Diosa de la Naturaleza.
ARTE RUPESTRE DEL ARCO MEDITERRÁNEO - PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
ARTE RUPESTRE DEL ARCO MEDITERRÁNEO - PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD
FUENTE:http://mupantquat.com/
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